Oscar A. Pérez Sayago
Secretario General
Confederación Interamericana de Educación Católica
En su lectura de los tiempos modernos, el papa Francisco enumera cinco factores que amenazan la educación.
1) Inequidad educativa
Hay una inequidad educativa, una ‘catástrofe educativa’, con 260 millones de niños fuera de cualquier actividad educativa, por falta de recursos, por las guerras y las migraciones. El patrimonio de las 50 personas más ricas del mudo podría hacerse cargo de la atención médica y la educación de cada niño pobre.
2) Progresos insuficientes
Los avances que están haciendo los gobiernos, con la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, para mejorar la educación son notorios, pero insuficientes. Hubo una fractura, una ruptura entre la conjugación de fuerzas que deberían asumir la educación: Estado, familia y sociedad.
3) Deconstrucción del humanismo
El Papa considera que la ´deconstrucción del humanismo´ es una de las principales dificultades a las que se enfrenta la educación hoy, debido al individualismo, a la indiferencia, a la dictadura de los resultados, al elitismo en la educación y a la ´rapidación´. Francisco acuña este neologismo para denunciar la existencia de un torbellino de velocidad, cambiando constantemente los puntos de referencia.
4) Ambigüedad de los medios tecnológicos
El cuarto factor de amenaza para la educación es la ambigüedad de la era tecnológica. El uso descontrolado y acrítico de los recursos digitales y la abundancia de estímulos e imágenes atractivas y continuas, alteran las relaciones entre los seres humanos, provocan una desintegración psicológica, pérdida de identidad, pobreza de interioridad y falta de trascendencia. Hoy en día, dice el Papa, hay una tendencia al positivismo, es decir, a educar en el valor de las cosas inmanentes, y esto ocurre tanto en países de tradición cristiana como en países de tradición pagana. Y esto no introduce a los niños a la realidad total: falta la trascendencia. Para mí, la mayor crisis de la educación desde una perspectiva cristiana es su cierre a la trascendencia.
5) La ruptura del pacto educativo
La ruptura del pacto educativo – vale decir: entre la escuela, la familia, el gobierno y la sociedad – es otro factor que desestabiliza la educación y que el Papa Francisco describe con vehemencia en varios pronunciamientos. Este fenómeno proviene de una demisión de los que deberían asumir juntos la responsabilidad educativa, pero la delegan al profesor. En consecuencia, la educación se ha vuelto elitista, discriminatoria, selectiva. Parece, afirma Francisco, que sólo tienen derecho a la educación las personas con un cierto nivel o capacidad cultural; pero ciertamente no todos los niños, todos los jóvenes tienen derecho a la educación. Y concluye: esta es una realidad que nos avergüenza. Es un hecho que nos lleva a una selección humana y que en lugar de unir a las personas, las separa, separa también a los ricos de los pobres, separa una cultura de otra.